Aparato de Ultrasonidos

aparato de ultrasonidos

  • Todos los parámetros pueden ser leídos en la pantalla luminosa durante el tratamiento.
  • Selección entre ultrasonido continuo y pulsado.
  • Cabezales ergonómicos e impermeables al agua de 1 y 4 cm, con posibilidad de ajustar con el mismo cabezal 1 y 3 Mhz.
  • Control de contacto indicado tanto visual como acústicamente.
  • Terapias programadas y disponibilidad de 20 memorias para almacenar otros tratamientos.
  • Posibilidad de conexión con otros equipos para terapias combinadas.

 

Se pueden tratar de manera satisfactoria tanto las lesiones tendinosas, como el tendón mismo, la conexión tendón – periostio, la conexión músculo – tendón y eventualmente la vaina del tendón.

  • Afecciones postraumáticas; sobre todo las prescritas distorsiones de articulaciones con lesiones de ligamentos y lesiones musculares profundas.
  • Contracturas musculares.
  • Contracturas de articulaciones, pliegues, cicatrices (postoperatorias) con adherencias.
  • Afección de Dupuytren.
  • Afecciones degenerativas de las articulaciones.
  • Afecciones postoperatorias.
  • Artritis.
  • Bursitis.
  • Capsulitis.
  • Tendinitis.
  • Afecciones de la piel como el tejido de cicatriz y heridas abiertas.

Aparato de Corrientes

aparato de corrientes

  • Extensa librería de tratamientos con acceso inmediato a los últimos desarrollos en electroterapia.
  • Corrientes de baja y media frecuencia:
    • Corrientes rectificadas.
    • Diadinámicas.
    • Interferenciales (4 y 2 polos).
    • Tens: 1 y 2 canales.
  • Menú con recomendaciones terapéuticas preprogramadas para 69 indicaciones.
  • Posibilidad de pre-programar combinaciones de diferentes corrientes con almacenamiento de hasta 250 protocolos de tratamiento.

Aparato que dispone de varios tipos de corrientes: de baja frecuencia, iontoforesis, corriente galvánica (continua, interrumpida rectangular, interrumpida triangular), corriente Ultra-Reiz, corriente farádica, diadinámicas, interferenciales, media frecuencia, estimulación rusa, TENS... y que entre otras, sirve para tratar patologías como:

  • Artritis reumatoide.
  • Artrosis.
  • Atrofia de músculos.
  • Contracturas (después de inmovilización).
  • Distrofia de Sudeck.
  • Edema.
  • Entrenamiento muscular.
  • Epicondilitis.
  • Hombro congelado.
  • Hemartrosis.
  • Hiperhidrosis.
  • Insuficiencia de la musculatura abdominal.
  • Iontoforesis.
  • Lumbago.
  • Osgood – Schlatter.
  • Raynaud.
  • Menstruación dolorosa.
  • Mialgia.
  • Musculatura recortada.
  • Neuralgias.
  • Periartritis.
  • Roturas musculares.

Esguinces

esguinces
El esguince es una lesión traumática articular propia de los ligamentos, que son los elementos de tejido conectivo encargados de dar estabilidad a esa articulación.
Cuando una articulación se fuerza mas allá de su limite fisiológico elástico, aparecen lesiones en los tejidos blandos (ligamentos, capsula articular) a nivel microscópico o macroscópico pudiendo llegar a romper completamente el ligamento o incluso que este se arranque de sus inserciones óseas.
Los esguinces se clasifican en:

  • Esguince de primer grado: Se produce una distensión de los ligamentos. Aparece dolor moderado, escasa inflamación y movilidad articular normal.
  • Esguince de segundo grado: Se produce una rotura parcial de los ligamentos. Cursa con dolor intenso, inflamación y hematoma con perdida relativa de la movilidad.
  • Esguince de tercer grado: Son los más graves y suponen la rotura completa de uno o más ligamentos. El dolor es muy intenso, cursan con gran inflamación y perdida importante de la función manifestando una clara inestabilidad articular. El tratamiento en ocasiones puede ser quirúrgico.

En la práctica deportiva los esguinces más comunes son los de tobillo y rodilla, aunque cualquier articulación es susceptible de sufrir este tipo de lesiones, sobre todo las de las extremidades y el cuello.
El tratamiento se dirige a evitar el edema o inflamación de las fases iniciales y para ello las técnicas de elección son el reposo, hielo, compresión y elevación del área afectada.
Pasado el proceso inflamatorio agudo podemos iniciar el tratamiento físico y manual con termoterapia, electroestimulación, ultrasonido, láser, masaje drenante, cyriax…; para recuperar la movilidad y estabilidad de la articulación emplearemos la cinesiterapia, ejercicios de propiocepción...
Lo importante a la hora de recuperar un esguince es evitar que quede una inestabilidad residual articular debida a un tratamiento incompleto, por ello es importante acelerar la recuperación e iniciarla cuanto antes.
Como tratamiento de esta patología en nuestro centro utilizamos un protocolo terapéutico que incluye técnicas muy novedosas y resolutivas orientadas a la aceleración en la recuperación de dichas lesiones, con las que estamos obteniendo un altísimo porcentaje de curación que junto al trabajo en equipo con los Preparadores Físicos y Recuperadores Deportivos completan el tratamiento que para evitar esas secuelas que siempre pueden afectar a la vida diaria y al rendimiento deportivo.

Roturas Musculares

La rotura muscular o rotura de fibras es de las lesiones traumáticas mas frecuentes que aparecen en la practica deportiva.
Las formas mas leves de lesiones musculares serian los calambres, la contractura y el grado menor de lesión fibrilar que es la distensión, que aparece al superar el límite elástico del músculo sin que aparezca daño anatómico.
Esta se manifiesta con dolor menos intenso en el momento del esfuerzo y sensación de estiramiento muscular.
El dolor suele aumentar con sobreesfuerzos o contraresistencia y en menor grado al estirar el músculo.
La rotura de fibras aparece cuando ya hay daño anatómico y se clasifican, normalmente en 3 grados:

Grado I: Rotura fibrilar.


Es la más frecuente. Se produce una rotura microscópica a nivel de las fibrillas musculares.
Puede acompañarse de rotura de capilares apareciendo hematoma.
El paciente refiere dolor violento que describe como "una pedrada" y se acompaña de impotencia funcional.

Grado II: Rotura parcial.


Suele representar el 20% de las roturas fibrilares.
En este caso, hay mayor número de fibras rotas sin afectar al completo al vientre muscular.
En la ecografía se aprecia la rotura y un hematoma intramuscular. En este caso hay deformidad y hundimiento en la exploración física.

Grado III: Rotura total.


En este caso se rompe todo el músculo separándose ambos extremos que se retraen.
Se acompaña de intenso dolor, deformidad e impotencia funcional completa, siendo en estos casos necesaria la intervención quirúrgica para suturar los extremos del músculo roto.

Como principales factores de riesgo para sufrir lesiones musculares encontramos la fatiga y sobrecarga muscular, el entrenamiento, calentamiento y estiramientos insuficientes y desequilibrios musculares entre agonistas y antagonistas.
El tratamiento consiste (cuando no es quirúrgico) en inmovilización, cuidando que no sea muy prolongada y no rígida para evitar fibrosis y en la disminución inicial del hematoma y hemorragia con aplicación de frío local, compresión y elevación del miembro.
La fase de cicatrización (dependiendo del grado de lesión) suele durar unos 10 a 15 días, tras los cuales podemos iniciar un tratamiento físico y manual a base de termoterapia, electroestimulación, isometría, estiramientos progresivos, ultrasonido, láser, mesoterapia de drenaje y cyriax.
Como tratamiento de esta patología en nuestro centro utilizamos un protocolo terapéutico, en el que logramos disminuir el tiempo de curación y de readaptación, que incluye técnicas muy novedosas y resolutivas con las que estamos obteniendo un altísimo porcentaje de curación de esta patología.

Tendinitis

Tendinitis es, por definición, el proceso inflamatorio que afecta al tendón, aunque recientemente, estudios anatomopatológicos e histológicos han demostrado que no se trata de un proceso inflamatorio como tal, sino de un proceso degenerativo que afecta a la estructura interna del tendón, pasándose a denominar actualmente este tipo de procesos como TENDINOSIS.
Dentro de este amplio espectro de patologías, las más comunes son:

  • Fascitis plantar: tendinitis / tendinosis de la fascia plantar
  • Epicondilitis o codo de tenista
  • Epitrocleitis o codo de golfista
  • Tendinitis / Tendinosis rotuliana
  • Tendinitis / Tendinosis del biceps
  • Tendinitis / Tendinosis del supraespinoso
  • Tendinitis / Tendinosis del manguito de los rotadores (hombro)
  • Tendinitis / Tendinosis de la pata de ganso
  • Pubalgia (tendinitis / tendinosis / entesitis de la musculatura adductora)
  • Tendinitis / Tendinosis de Aquiles
  • Tendinitis / Tendinosis de la cintilla iliotibial (rodilla del corredor)
  • Tendinitis del Tibial Posterior

Normalmente son patologías que se presentan por sobreuso, sometiendo al tendón a un exceso de trabajo durante períodos prolongados de tiempo. La importancia de iniciar el tratamiento a tiempo es vital para minimizar el riesgo de cronificar la lesión.
Un tratamiento revolucionario y que está obteniendo resultados espectaculares es la Electrolisis Percutánea Ecoguiada (tratamiento guiado por ecógrafo).

Terapia Miofascial

terapia miofascial
El tratamiento de inducción miofascial está orientado a patologías como cervicalgias, lumbalgias, dorsalgias, tendinitis, capsulitis, hombro congelado...
Es un método de evaluación y de tratamiento de los movimientos y alteraciones del sistema fascial para eliminar sus restricciones y equilibrar la alterada función corporal.
La fascia es un tejido conjuntivo que rodea todos los órganos en forma tridimensional que permite mantenerlos en su correcta posición y funcionamiento.
Si se altera la estructura de la fascia, al ser continua, puede provocar restricciones en zonas lejanas a la zona afectada, causando dolor y alterando el funcionamiento del aparato locomotor y del resto de sistemas.
La fascia se puede alterara por un traumatismo directo o por intervenciones quirúrgicas, menstruaciones dolorosas, posturas inadecuadas...
Con estos tratamientos pretendemos equilibrar el sistema fascial devolviendo así la función correcta al organismo.